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¿Los turistas chinos se van para Cuba?

Cuba acaba de suscribir un memorando de entendimiento con China con la esperanza de ampliar el flujo de turistas chinos a la Isla. 

Ya en noviembre de 2019, Manuel Marrero Cruz, entonces Ministro de Turismo -hoy Primer Ministro-,  había lanzado su apuesta por los turistas chinos. Marrero afirmó que en 2018 la cifra de turistas chinos que visitaron Cuba fue de 50.000, pero que tenía un plan para alcanzar los 100.000 en 2022.

Aunque la meta del MINTUR es muy pobre si tenemos en cuenta el número de habitantes del país asiático, la incertidumbre generada por el Covid-19 y otros factores preexistentes a la actual crisis, ponen en duda estas proyecciones.  

Según empresas especializadas en marketing,  las preferencias de los turistas chinos son, en primer lugar, países geográficamente cercanos como Corea del Sur, Taiwán, Japón y Tailandia. Después está Europa, con Francia, Alemania, Suiza y España.

Es evidente que la isla socialista y sus bellas playas no “encajan” en las preferencias de los chinos, a quienes, además, pareciera no hacerle mucha gracia el “turismo revolucionario”, por ejemplo, visitando la Corea del compañero Kim Jong-un.

Por lo mismo, sería difícil que algunos emulando a no pocos occidentales, les diera por visitar Cuba antes de que “aquello cambie», pues aunque el gigante asiático siga viviendo bajo el férreo control político del partido comunista, la Isla también representa desde el punto de vista económico un pasado que no querrán recordar.

Otro dato a destacar es que el turista chino dedica un promedio de 4,000 dólares en cada viaje, lo cual incluye gastos en transporte, hoteles y alimentación. Un 16% de dicho presupuesto lo dedica a compras, cifra nada despreciable.  Esta característica del perfil del turista chino es otro desafío para el limitado mercado cubano, lleno de ron, tabaco y artesanías, productos que se venden con orgullo y bien caros, pero que en realidad no responden, por ejemplo a todos los rangos de edades o intereses personales. Hay estudios sobre las compras de los turistas chinos en España que indican la preferencia de éstos por el lujo y la última moda de ropa y accesorios; ¡originales, claro!.

En todo caso, además de superar el «cisne negro» de este 2020, la reactivación del turismo internacional debe implicar medidas transversales que abarquen diferentes sectores importantes del país, como el transporte y las infraestructuras, y muy especialmente la apertura y estímulo del mercado privado de bienes y servicios. Con chinos o sin ellos, el reto está en ser más competitivos y atractivos.

Last modified: 17 de diciembre de 2020
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